El primer libro de rol que tuve en mis manos fue la segunda edición, en español, de Vampiro la Mascarada, hace ya muchos años. Desde un principio me cautivo, no solo su gran contenido, sino también su arte. Sus dibujos en blanco y negro, simples en apariencia pero cargados de oscuridad y dramatismo, llenaron mi mente de imágenes sombrias y evocadoras que ayudaron a consolidar mi amor por los juegos de rol. Hoy pongo a disposición de todos dos compilados de dicho arte, editados por White-Wolf hace mucho tiempo (pero poco conocidos), esperando que resulten de su agrado.
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